Ir al contenido principal

Donde está el hombre de los dos remolques ?

Ultimamente estoy llevando solo un remolque, no dos como estaba acostumbrado a hacerlo. Echo de menos estirar dos remolques como lo venía haciendo todos los días, pero las dificultades que se presenta con los peatones en las veredas y las estrictas medidas de seguridad establecidas por las autoridades españolas en relación con la amenaza terrorista, casi me ha forzado a dejar el segundo remolque a casa. 
Otra razón adicional es la de evitar que los parroquianos se sientan nerviosos en las terrazas ante la repentina presencia de alguien caminando alrrededor de las mesas, junto a su bicicleta, estirando no uno sino dos remolques. Efectivamente, lo que hago es caminar de terraza en terraza, vendiendo mis llaveros que entrego a la gente junto con un poema. Cuando decido quedarme en un sitio, me inclino y activo las dos patitas de mi remolque y asi es como fijo estacionado la bicicleta. Es una acción que es seguida con especial escrutinio de parte de los demás.
Pues hete aqui, Alexandre de Francia creo, quien ha tirado esta foto y posteado en Twitter hace unos dias atrás en el centro de Madrid. Esta es la forma que me expongo todos los días; mi rutina, mi actividad diaria. Una actividad que vengo haciendo desde hace muchos años ahora.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobreviviente

Me han dicho que he nacido en una especie de Centro de Salud localizado en un edificio colonial llamado "La Acera", en el sureño pueblo de Santa Rosa, en la provincia de Misiones, en Paraguay. Fue en la madrugada del 28 de Marzo de 1964. Vivíamos casi en los límites del perímetro urbano en un terreno fiscal que mi padre, quien fue un oficial de la Policia, ha rentabilizado provechosamente durante años. Así eran las cosas en aquellos años cuando y donde la epidemia de la Dictadura expandía la cultura de la corrupción, el clientelismo político y el nepotismo por todas partes.  Había otro terreno público al lado de nuestra casa, que también se aprovechaba para cultivar mandiocas. Yo era el último de seis hermanos y hermanas de una disfuncional y frecuentemente violenta familia que viviamos en una amplia casa, rodeado de una gran patio poblado de plantas y flores que admirar. Al costado, se alzaba un gallinero y una porqueriza y, atras, una parcela de naranjos, limones y...

Lo Recuperado, lo Recuperable.

A continuación iré publicando todo lo que pude rescatar de un antiguo Blog en español, La Coctelera, que habían cerrado sin dar demasiado tiempo para salvar los documentos. Por casualidad, he hallado un sitio web llamado Archive.org, un sitio que aparentemente saca fotos (snapshot) de los sitios que incluso ya no existen.  Esto es lo que escribí en mi perfil de ese Blog:  Soy Omar Ruiz-Diaz y vivo en Vancouver, Canada. Es una ciudad que posee un criterio propio: La ultima frontera del Oeste. No hay vecindario mas alla de las montanas. Alaska observa por sobre los mosquitos del Yukon. Hace un ano regrese de Europa, donde residi por cinco temporadas ( ver www.omarglobal.com ). Estoy aprendiendo a estabilizarme, mas echo de menos Europa. Es Noviembre y eso es lluvia aqui. Aun asi, gusto andar en bicicleta y escuchar a Amaia Montero (La Oreja de Van Gogh), Eva Amaral (Amaral), Manu Chao, Nina Pastori y la guitarra de Paco de Lucia. En general y, ultimamente, copio mis ar...

Historia de una botella de vino

La última curva, a la salida de Santiuste de San Juan Bautista, un enclave en medio de la nada, por la carretera SG-343, es la localización donde se alza el señorial edificio de Bodegas Avelino Vegas. A un costado, los grandes contenedores que almacenan los mejores caldos de la denominación de origen Rueda. Ingreso con mi bicicleta bien al interior de las naves donde un empleado carga frenéticamente palés de vinos con su toro (carretilla elevadora) un camión de gran porte; con su teléfono al oído y la radio a todo volumen en un mostrador al fondo del galpón. Elude mi bicicleta con su montacargas como si yo no existiera. Aún gritándole, no se inmuta. Me acerco al camión desde donde veo al que parece ser el chofer, moviendo los palés con su montacargas manual hidráulico hacia al fondo de la carrocería. Lo hace con destreza y prontitud. Da la impresión que esto es cargar rápido y salir. No hay tiempo que perder con un solitario y barbudo bicicletero que, además, lleva un vehículo t...