Ultimamente estoy llevando solo un remolque, no dos como estaba acostumbrado a hacerlo. Echo de menos estirar dos remolques como lo venía haciendo todos los días, pero las dificultades que se presenta con los peatones en las veredas y las estrictas medidas de seguridad establecidas por las autoridades españolas en relación con la amenaza terrorista, casi me ha forzado a dejar el segundo remolque a casa.
Otra razón adicional es la de evitar que los parroquianos se sientan nerviosos en las terrazas ante la repentina presencia de alguien caminando alrrededor de las mesas, junto a su bicicleta, estirando no uno sino dos remolques. Efectivamente, lo que hago es caminar de terraza en terraza, vendiendo mis llaveros que entrego a la gente junto con un poema. Cuando decido quedarme en un sitio, me inclino y activo las dos patitas de mi remolque y asi es como fijo estacionado la bicicleta. Es una acción que es seguida con especial escrutinio de parte de los demás.
Pues hete aqui, Alexandre de Francia creo, quien ha tirado esta foto y posteado en Twitter hace unos dias atrás en el centro de Madrid. Esta es la forma que me expongo todos los días; mi rutina, mi actividad diaria. Una actividad que vengo haciendo desde hace muchos años ahora.
@omarglobal a beautiful meet pic.twitter.com/jYh3kCaw5E— Alexandre Marion (@Alexteamthalasa) August 9, 2016
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