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Mostrando entradas de mayo, 2017

Logística Fundamental

Estoy sentado -a la hora en que empiezo a escribir esto- en la sala de estar del Centro de Acogida de Zamora, Madre Bonifacia, el Albergue de Indigentes, patrocinado por Cáritas y gestionado, según la oficial de la Policía Local que me atendió este mediodía, por una firma privada. Supongo que es como las denominadas escuelas concertadas . Juan, uno de los monitores de este acogedor sitio, acaba de informarme las normas que hay que observar en todo momento, entre las que se hallan, por supuesto, no consumir drogas o alcohol dentro ni fuera del recinto; ser puntuales con los horarios, observar el respeto y las buenas maneras en las relaciones interpersonales, etc. Juan, al igual que María, la directora, asi como Jesus, David, Luisa, los demás monitores, ya han tomado conocimiento de mi situación: un hombre con el rostro fatigado, arrastrando una feroz bicicleta que, logísticamente, es imposible de ubicar en ningun lugar. Mi inmediato futuro, sin embargo, está sujeto a este requeri

Historia de una botella de vino

La última curva, a la salida de Santiuste de San Juan Bautista, un enclave en medio de la nada, por la carretera SG-343, es la localización donde se alza el señorial edificio de Bodegas Avelino Vegas. A un costado, los grandes contenedores que almacenan los mejores caldos de la denominación de origen Rueda. Ingreso con mi bicicleta bien al interior de las naves donde un empleado carga frenéticamente palés de vinos con su toro (carretilla elevadora) un camión de gran porte; con su teléfono al oído y la radio a todo volumen en un mostrador al fondo del galpón. Elude mi bicicleta con su montacargas como si yo no existiera. Aún gritándole, no se inmuta. Me acerco al camión desde donde veo al que parece ser el chofer, moviendo los palés con su montacargas manual hidráulico hacia al fondo de la carrocería. Lo hace con destreza y prontitud. Da la impresión que esto es cargar rápido y salir. No hay tiempo que perder con un solitario y barbudo bicicletero que, además, lleva un vehículo t

Buen Camino !

Después de una hora muerta (periodo de tiempo en que permaneces acostado pero no durmiendo), me descubro de las mantas en una acción rápida y enérgica. Son las 6 y media de la mañana. Hoy salgo del Camping El Acueducto, donde permanecí por un numero de dias y de noches, cuatro creo. Debo hacer muchas cosas antes de meterme de lleno en la carretera. Elijo desprenderme de un contenedor de plástico, aquellos frascos industriales de 10 kilos de olivo cuyo uso se localiza en ámbito de la restauración. Acondicionar mis pertenencias de una forma compacta y ordenada es una ingente actividad que me puede acarrear cierto stress y prolongarse por horas. Simplificar ya no constituye solo un propósito; es una necesidad. Al final, salgo del Camping alrededor de las 11 de la mañana, con algo más de peso todavía, ya que Reyes y Manuel me han ofrecido alimentos para llevar. Enseguida, el avistamiento del Acueducto, monumento icónico de Segovia, se hace palpable así de repente. Los turistas que

Los Milagros Existen | El Destino También

Creo que el llamado destino es una combinación de la propia voluntad o deseo de uno de hacer tal cosa, de decidir por sí mismo, un 50 %, y, la otra mitad, una fuerza del Universo al cual muchos llaman “Dios” y que impulsa, incluso que conjura, en favor o en contra, depende de la interpretación de uno. Básicamente, esto fue lo que pasó conmigo el Domingo pasado, dia 14 de Mayo de 2017. Salgo hecho jirones del sitio donde me hallaba, cerca del Metro Alvarado, en la Calle Teruel, de Madrid. Antes de salir, deposito en el suelo de la vereda, cerca de la Panadería “La Miguilla” una caja de PVC resistente con la siguiente inscripción: “Estimado vecino, soy un aventurero en bicicleta y, como veras, no he podido llevar esta caja conmigo. Esta caja contiene cartas postales relativas a mi actividad de promoción de la bicicleta por el mundo. Gracias por conservarlo hasta mi regreso. Mi teléfono de contacto es 631 xxx 187” Había adherido una carta postal sobre la tapa de la caja, la noche ante

En el Camping El Acueducto (Segovia)

Fría mañana la de hoy. Mi sweater negro e impermeable verde no alcanzan a abrigarme bien, debo echar mano de uno de mis sacos de dormir para sentirme más cómodo. Hablo con dos personas que han llegado ayer en autocaravana, son de la región de Foz do Iguacu, Brasil. Una pareja de brasileños en una autocaravana no es usual hallar por aquí aunque hoy por hoy ya todo es usual. Manifiestan que van a permanecer en Segovia al menos hasta mañana. En principio, la mujer ha llegado sola con su ordenador portátil, tomó asiento en una esquina de esta mesa compartida, el hot spot del Camping, y se puso a hacer sus cosas en su teléfono inteligente y su laptop . Más tarde llega el hombre y, cuando éste me pregunta por mi origen, les digo que originalmente soy de Paraguay “pero con nacionalidad canadiense”. Esta última acotación suena como un inperativo, como lo verdaderamente relevante. Ahora ambos ingresan a ese territorio de la conversación y, aprovecho para mostrarles las fotos de los recorte